El cuerpo humano es una maravilla llena de mecanismos y adaptaciones que nos permiten sobrevivir y mantenernos saludables en nuestro entorno. A menudo, nos encontramos con fenómenos aparentemente insignificantes pero que desempeñan un papel esencial en nuestra vida diaria. Un ejemplo de esto son las legañas, esas pequeñas acumulaciones de secreciones que aparecen en el rincón de nuestros ojos mientras dormimos.
En este artículo, exploraremos la función de las legañas, su origen y su importancia en nuestro bienestar ocular.
¿Por qué surgen las legañas?
Las legañas, técnicamente conocidas como «rheum», son una mezcla de mucosidad, células muertas de la piel, partículas de polvo y otros desechos que se acumulan en la comisura de los ojos. Durante el día, nuestros ojos están expuestos a diversas partículas irritantes, como polvo, polen y contaminantes atmosféricos. Además, nuestras pestañas y los folículos pilosos alrededor de nuestros ojos producen aceites y sudor que pueden mezclarse con las partículas en el aire. Durante el sueño, cuando nuestros ojos están cerrados, estas sustancias se acumulan y forman las legañas.
La función de las legañas:
Las legañas cumplen una función protectora y limpiadora en nuestros ojos. Una de sus principales funciones es ayudar a mantener los ojos lubricados y protegidos de la sequedad. La capa de mucus presente en las legañas ayuda a retener la humedad necesaria para mantener la superficie ocular húmeda y evitar la irritación.
Además, las legañas actúan como un mecanismo de defensa. Al atrapar partículas de polvo, polen y otras sustancias irritantes, evitan que estas entren en contacto directo con la córnea, la parte frontal del ojo. De esta manera, las legañas ayudan a prevenir infecciones y reducen el riesgo de irritación ocular.
Eliminación de las legañas:
Cuando nos despertamos, es común encontrar legañas en las comisuras de nuestros ojos. Este es un proceso natural del cuerpo para eliminar las sustancias acumuladas durante la noche. Al parpadear y mover los ojos, las legañas se desplazan hacia los conductos lagrimales y son drenadas hacia la cavidad nasal. Por esta razón, a menudo experimentamos una sensación de secreción nasal al despertar.
Es importante destacar que la presencia de legañas es completamente normal y no debería ser motivo de preocupación, a menos que se acompañe de otros síntomas inusuales, como los que nombramos a continuación:
- Cambios significativos en la cantidad o apariencia de las legañas: Si notas un aumento repentino en la producción de legañas o si cambian de color o consistencia, puede ser indicativo de una infección ocular o una condición subyacente.
- Enrojecimiento o irritación ocular: Si las legañas van acompañadas de enrojecimiento, picazón, irritación o sensación de cuerpo extraño en los ojos, podría indicar una conjuntivitis u otra afección ocular.
- Legañas persistentes o excesivas: Si experimentas una producción excesiva y constante de legañas, incluso después de limpiar tus ojos, es posible que exista una obstrucción en los conductos lagrimales o una disfunción del sistema de drenaje de los ojos.
- Cambios en la visión: cuando experimentas cambios en tu visión, como visión borrosa o sensibilidad a la luz,
Si percibes cualquiera de estos 4 síntomas, no dudes en ponerte en contacto con nuestra Clínica Oftalmológica en Valencia y atenderemos tu caso de forma personalizada. Puedes contactar con nosotros en el 627 084 966 o bien solicitando más información rellenando nuestro formulario