La visión es un componente crucial en el desarrollo de los niños, ya que influye en su aprendizaje, desarrollo cognitivo y socialización. La detección temprana de problemas visuales es fundamental para intervenir a tiempo y garantizar un desarrollo visual saludable. Veamos cuándo es recomendable la primera consulta oftalmológica para los más pequeños y cómo detectar posibles problemas visuales.
La importancia de la primera visita al oftalmólogo:
- Recién nacidos a 24 meses: Durante los primeros meses de vida, se recomienda una evaluación oftalmológica para detectar afecciones graves como cataratas congénitas, glaucoma infantil o malformaciones oculares que puedan afectar la visión temprana.
- 3 a 5 años: En esta etapa crucial del desarrollo visual, se debe realizar una evaluación más detallada. Se buscan afecciones comunes como estrabismo, miopía, hipermetropía, astigmatismo y problemas de enfoque, ya que pueden afectar la agudeza visual y el rendimiento académico.
- 6 años en adelante: A partir de los 6 años, se sugiere realizar exámenes oftalmológicos anuales o cada dos años. Esto permite monitorear la salud visual del niño durante su crecimiento, asegurando un óptimo desempeño en la escuela y en actividades cotidianas.
Señales de alerta para detectar problemas visuales en niños:
- Entrecerrar los ojos o fruncir el ceño con frecuencia al mirar objetos lejanos o cercanos.
- Frotarse los ojos con regularidad.
- Quejarse de dolores de cabeza persistentes o molestias oculares.
- Dificultad para seguir objetos con la mirada o perder interés en actividades que requieren atención visual.
La detección temprana de problemas visuales es clave para un tratamiento efectivo. En EON, entendemos la importancia de la salud visual infantil. Nuestros especialistas en oftalmología pediátrica están comprometidos con la detección precoz y el cuidado de la visión de los niños. Programa una consulta para tu hijo y asegúrate de que su visión esté en óptimas condiciones para su desarrollo y bienestar.